Las palabras que dijiste aquella noche miserable, me retumban la cabeza sin piedad, como gesticulaste al abrir la boca y vomitar la siguiente frase : "Y todo lo bueno que uno siente está ahí, flotando encima de un montón de caca, esperando volverse uno con toda esa mierda".
Es tan lamentable como cierto, querido mio.
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